Hasta pronto, Anto!
Hola, soy Martina Valentino, fundadora de Máximas Vibraciones.
Y hoy no escribo estas líneas como empresaria, sino como mujer. Como compañera. Como alguien que ha tenido el privilegio de compartir parte del camino con una persona especial.
Hoy quiero dedicar este espacio a alguien que se ganó, con elegancia y cariño, un lugar en el corazón de esta casa: nuestra querida Antonella.
Quienes la han conocido lo saben: Antonella no era una masajista más. Era una presencia que iluminaba, una energía suave y firme a la vez, una mujer que combinaba belleza y ternura con una actitud impecable. Tenía ese don tan escaso de hacer sentir cómodos a los demás, de escuchar sin prisa, de mirar con atención. De estar, sin más, en cuerpo y alma.
Desde que llegó, supimos que su paso por MV no sería uno más.
Y no nos equivocamos. Clientes, compañeras y colaboradoras… todos coincidían en lo mismo: Antonella tenía algo. Un magnetismo dulce. Una calidez que desarmaba. Una implicación auténtica.
Por eso, cuando nos comunicó su decisión de dejar de trabajar por un largo tiempo, no pudimos hacer otra cosa que abrazarla fuerte y agradecerle, de verdad, por todo lo que ha dado. Porque detrás de cada masaje suyo había entrega, respeto, atención al detalle. Y detrás de esa profesional maravillosa, una mujer llena de luz que supo conectar con todos, desde lo más humano.
Sé que muchos la van a echar de menos. Nosotras también.
Pero también sé que cuando una relación está construida con amor, con valores y con verdad, no importa el tiempo ni la distancia. Antonella ya es parte de esta familia. Y como en toda familia que se quiere bien, su lugar siempre estará aquí, esperándola.
Te deseamos lo mejor en este nuevo camino, Antonella.
Te mereces que la vida te devuelva con creces todo lo bonito que das.
Y cuando quieras volver, ya sabes: en MV hay una puerta abierta… y muchos corazones que te recibirán con una sonrisa.
Con gratitud y cariño,
Martina Valentino
Fundadora de Máximas Vibraciones
✨ Donde sentir… lo cambia todo.